La situación del Partido Demócrata era y es complicada, debe de encontrar al candidato capaz de vencer a Donald Trump, labor en la que ya Hillary Clinton falló. No es raro que, en Estados Unidos, el presidente repita su mandato, gobernando 8 años. Pero no solo es que el ciclo del actual presidente no haya acabado, Trump estaba hasta hace poco en una situación muy ventajosa. En esta línea, las primarias del Partido Demócrata pretendían encontrar al individuo presidenciable. O más bien eso es lo que debía hacer. Ya en los caucus de Iowa, el establishment parecía aglutinarse en Pete Buttigieg, quién por cierto tenía una fuerte relación con la empresa encargado del recuento que fue un desastre y que le granjeó duras críticas al partido. ¿Era de verdad el exalcalde de South Bend un candidato presidenciable, o realmente se le apoyó en los primeros Estados con el objetivo de sangrar al que se estaba erigiendo como potencial ganador, Bernie Sanders? Realmente la respuesta ya da igual. Buttigigeg ya se ha retirado de las primarias y ha expresado, como otros tantos candidatos, su apoyo a Joe Biden. La situación parecía favorable para Bernie Sanders, que llegó a ganar algunos estados, pero actualmente quien tiene más delegados es Biden. De cualquier manera, se debe reconocer el apoyo que ha ganado Sanders, especialmente entre la gente joven, lo que es muy notorio teniendo en cuenta que este se define a sí mismo como socialista en un país donde el liberalismo es absolutamente hegemónico. Sin querer entrar demasiado en como Joe Biden ha remontado la situación, es evidente que ha logrado el apoyo del llamado establishment. Esta afirmación no es baladí, y es que Biden ya fue vicepresidente durante el mandato de Barack Obama y en comparación a su rival, Sanders, representa unos valores mucho más moderados y de continuidad. Adicionalmente, creo que es notorio como la mayoría de los otros candidatos de las elecciones primarias han terminado dando su apoyo a Biden. Si bien empezó con unos resultados francamente decepcionantes, logró imponerse en el Supermartes y en estados como Carolina del Sur. A esto se sumó el apoyo del resto de candidatos moderados (es decir, la mayoría) de las primarias demócratas. Pete Buttigieg, Amy Klobuchar, Beto O’Rourke, Kamala Harris y hasta el fugaz multimillonario Michael Bloomberg. En cambio, dentro del ala “progresista” creo que se puede afirmar una falta de apoyo a Bernie Sanders, con un perfil más izquierdista, por lo menos por parte de Elizabeth Warren, que se retiró de las primarias pero que no mostró apoyo a ningún candidato. Ya sobre estos mimbres, la cuestión seguía en el aire, ¿en unas potenciales elecciones podría Joe Biden ganar a Donald Trump? No creo que todo el apoyo que Biden ha recibido se articule en torno a esta cuestión, hay una clara oposición a Sanders y lo que representa. Pero en medio de esta tesitura, una pandemia ha irrumpido el juego político. El COVID-19 ha alterado como es natural el escenario que se planteaba, y es curioso que el candidato que ofrece una sanidad pública entre sus propuestas no sea el vencedor. Es cierto que, en Estados Unidos, determinados sectores por cultura política y por la influencia de potentes lobbies de seguros han sido y son privados, pero la crisis del brote de coronavirus ha llevado a la acción. No solo en el país americano, sino en el resto de los países que están sufriendo el virus parece que se ha instaurado una “racionalidad médica” que entiende que para combatir el virus de la mejor manera se requiere un fuerte sistema sanitario. El propio Donald Trump tomó medidas hace unos días con el objetivo de paliar los efectos de la crisis y de combatir la enfermedad. Si bien es cierto que los datos parecen indicar que no ha sido suficiente, y el hecho de que Trump se haya echado atrás en estas medidas es horrible, supone un cambio de discurso importante. Dicho esto último, ¿es lógico que el establishment del Partido Demócrata siga apoyando a Biden? Este artículo no pretende ser un alegato a favor de Bernie Sanders, pero el coronavirus será devastador y la forma de reconstruir Estados Unidos desde luego no será el modelo cada vez más desfasado del neoliberalismo económico. En los países de Asia y Europa, se está combatiendo al virus con sistemas de salud fuertes, y una potente intervención del Estado, y Sanders es quién lleva proponiendo programas de sanidad público más tiempo, y ahora más que nunca hacen falta. No obstante, que Sanders derrotara a Trump es un escenario más complejo, y es que el presidente está más fuerte que nunca. Redactado por Juan Ramos. Referencias
https://ctxt.es/es/20200203/Firmas/31064/Mark-Weisbrot-Democratas-elecciones-USA- socialismo.htm#.Xk__U66JZf0.twitter https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-51939508 https://elpais.com/internacional/2020-03-08/kamala-harris-sexta-excandidata-democrata-en-apoyar-a-joe-biden.html https://www.theguardian.com/world/2020/mar/18/trump-signs-coronavirus-bill-free-testing-paid-leave https://elpais.com/internacional/2020-03-25/la-popularidad-de-trump-alcanza-su-maximo-en-plena-crisis-del-coronavirus.html https://www.elmundo.es/internacional/2020/03/24/5e7a4432fdddff14738b4641.html
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