La hipótesis de Sapir-Whorf La hipótesis más conocida que relaciona el conocimiento y el lenguaje es la hipótesis de Sapir-Whorf. La hipótesis deriva de los escritos de Benjamin Whorf, que atribuye parte de ella a su maestro, Edward Sapir. Esta hipótesis declara una condicionalidad o dependencia de los pensamientos dada por el idioma, es decir, dependiendo del idioma que hable una persona, tendrá una vista diferente del mundo con respecto a otra que hable otro idioma. Cuanta mayor sea la diferencia entre dos idiomas, mayor será la diferencia de perspectivas de sus hablantes. Esta hipótesis tiene dos ramas, una más apoyada durante los años 40 y otra que está volviendo a cobrar importancia estos días: La primera es la hipótesis del determinismo lingüístico. Conforme a esta hipótesis el lenguaje determina la cognición, es decir, el conocimiento que se obtiene. Además, según esta tesis, el lenguaje no es reflejo de sensaciones sino el instrumento principal, incluso único, de su organización y de su compartición. “Nosotros discernimos la naturaleza” (Whorf) La segunda y más actual es la hipótesis del relativismo lingüístico. Lo que diferencia a esta tesis de la anterior es que según esta hipótesis el lenguaje no determina, sino que influye en el pensamiento. Afirma que el vocabulario utilizado puede tener unos efectos sobre la categorización, la comunicación o la memorización y ejerce, por esto mismo, una cierta influencia sobre el pensamiento. ¿Existen generalidades que recojan a todas las lenguas? ¿Si las hubiese, afectarían a la hora de adquirir conocimiento? Aquí es donde entra Noam Chomsky, lingüista y filósofo estadounidense, profesor del MIT, con su teoría de la gramática universal. La gramática universal es el conjunto de principios, reglas y condiciones que comparten todas las lenguas. Según esta teoría, el aprendizaje de otro idioma es posible debido a una gramática universal, una propiedad innata y propia del ser humano. Aprender una lengua consiste en aprender a aplicar los principios universales y parámetros de la gramática universal.[1] Al tratar de relacionar esta teoría con la hipótesis de Sapir-Whorf, quedaría una incoherencia pues, si el lenguaje afecta en nuestro pensamiento y en nuestra forma de conocer, pero los idiomas tienen un conjunto de reglas en común, el lenguaje no podría determinar la cognición sino solamente influirla pues siempre habría similitudes con el resto de lenguas por lo que no determinaría totalmente el conocimiento al no diferenciarse del resto. Existen también argumentos que apoyan el pensamiento averbal, propios de las investigaciones de Steven Pinker. “Todos tenemos esa experiencia de empezar a decir o escribir una frase, y de detenernos al darnos cuenta de que eso no era exactamente lo que quisiéramos decir. Para que nosotros sintamos esa sensación, es necesario que ahí haya un “querer decir” que sea diferente de lo dicho. [...] Si los pensamientos dependiesen de palabras, ¿cómo se podría crear una nueva palabra?”.[2] Este tipo de pensamiento conceptual es propio de artistas que, en momentos de inspiración, piensan con imágenes y no con palabras. Relacionando el conocimiento sensorial con el lenguaje se han hecho diversos estudios, la mayoría tratando con los colores, un ejemplo son los Dani de Nueva-Guinea, en cuya lengua la sola presencia de dos descriptores de colores (equivalentes del «negro» y «blanco» en nuestra lengua) no impedía a los hablantes percibir el mismo número de colores que los blancos de América del Norte.[3] Estos argumentos desmontan la hipótesis radical del determinismo lingüístico, incluso Shakespeare dejó su opinión acerca de esto: “What’s in a name? That wich we call a rose By any other word would smell as sweet” (Romeo y Julieta, Acto II, Escena 2) Sin embargo, la hipótesis del relativismo lingüístico sí que tiene más sentido, como se ha visto en diferentes ejemplos, existe cierta influencia del lenguaje en el conocimiento o al menos en la prioridad o enfoque que se da al conocimiento en una lengua o a otra. Tal como explica Sapir, el ver caer una piedra puede ser analizado de formas muy distintas dependiendo del sistema lingüístico que vayamos a emplear para su descripción. Un hablante de chipewa deberá prestar atención al carácter animado/inanimado del objeto que cae. Por otra parte, un hablante de kwakiutl tendrá que fijarse en si la piedra es vista o no por la persona que habla y tendrá que reflejar en la lengua el grado de cercanía de la persona que habla.[4] O como en la comunidad Kuuk Thaayorre, localizada en el Cabo York (Australia) cuyos miembros se basan en los puntos cardinales para indicar posiciones en vez de usar palabras como “izquierda” o “derecha”.[5] Esto evoluciona en una gran capacidad de orientación, debido a que están en todo momento al corriente de la dirección de los puntos cardinales puesto que su lengua lo requiere. Sin embargo, este tipo de diferencias no solo ocurren con idiomas aborígenes sino también con idiomas más comunes como con el inglés y el ruso. Para el color azul en inglés, en ruso se debe diferenciar entre dos, goluboy y siniy.[6] Esto nos dejaría con la posibilidad de que las lenguas sí que influyan en el conocimiento, pero nunca de una manera en la que sea totalmente determinado por estas. Redactado por Carlos Sánchez-Pobre. [1] Centro Virtual Cervantes © Instituto Cervantes, 1997-2020 [consulta: 1 de abril de 2020]. Disponible en: https://cvc.cervantes.es/ensenanza/biblioteca_ele/diccio_ele/diccionario/gramuniversal.htm
[2] PINKER, Steven 1999, L’instinct du langage. París, Odile Jacob. Pag. 55-56. [3] E. R. Heider, Universal in color naming and memory, Journal of Experimental Psycology, 1972, 93, p.10-20. [4] SAPIR E., “The grammarian and his language”, American Mercury 1, pag. 158. [5] MAJID, A., BOWERMAN, M., KITA, S., HAUN, D. "Can language restructure cognition? The case for space." Trends in Cognitive Sciences, B. M., & Levinson, S. C. (2004). 8(3), 108-114. [6] WINAWER, J., WITTHOFT, N., FRANK, M., WU, L., WADE, A., and BORODITSKY, L. "Russian blues reveal effects of language on color discrimination." Proceedings of the National Academy of Sciences, 2007. doi:10.1073/pnas.0701644104
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“La guerra es la continuación de la política por otros medios” A la hora de estudiar Ciencias Políticas, la guerra, y por consiguiente la búsqueda de la paz, se convierte en una de las ramas más fecundas y atractivas de la misma. Es por eso que hoy venimos a analizar la frase más provocadora de toda la obra de Clausewitz (Considerado uno de los padres del arte de la guerra): “La guerra es la continuación de la política por otros medios” Esta frase ha sido una de las más influyentes en el panorama político desde que se formuló, aproximadamente entre 1816 y 1830, periodo de tiempo en el que Clausewitz escribió su libro, “De la Guerra” (Publicado póstumamente en 1832). Entre los personajes célebres que hicieron referencia a esta frase podemos encontrar a Lenin, en su “Programa Militar de la Revolución Bolchevique”, pero, ¿qué significado encierra realmente esta frase? De acuerdo con la propia filosofía de Clausewitz siempre se alude a su definición de la guerra como un acto político, como parte de sus tres elementos. Sin embargo tras dedicarle unas cuantas horas de reflexión me atrevo a formular dos hipótesis sobre el significado de esta frase. La primera de ellas no dista mucho de la propia definición de Clausewitz, pero creo que merece una matización, al afirmar que la guerra es un acto político se puede decir que Clausewitz descubre esa nueva dimensión de la guerra, que es la imperante hasta nuestros días. Si echamos un vistazo a la historia y a los motivos de las guerras de los siglos anteriores, vemos que si bien muchas encierran ese significado político, la mayoría de los conflictos se realizan por motivos religiosos, culturales o coloniales, entre otros. Esto tiene una explicación clara y esta se halla en el mismo contexto histórico que vivió Clausewitz, no debemos olvidar que su obra se desarrolla en un periodo de nacimiento de nuevas ideologías, como es la Revolución Francesa, el nacionalismo, o los conceptos de libertad, igualdad y fraternidad son algunos ejemplos de ello. Con el fin de arrojar más luz sobre esta explicación me gustaría recurrir brevemente al ejemplo de la Ofensiva del Tet (1968) con el fin de entender la guerra como un acto político. En el contexto de la Guerra de Vietnam, las fuerzas de Vietnam del Norte (Vietcong) desarrollaron una meticulosa, y bien preparada, ofensiva contra las tropas de Vietnam del Sur y su aliado EE.UU. Si bien la ofensiva resultó en un fracaso en el ámbito militar, su significado político fue un rotundo éxito, mellando aún más la moral norteamericana y poniendo muchas dudas sobre la mesa de la Casa Blanca, que agravada por el impacto mediático resultó en la retirada definitiva de las tropas estadounidenses en 1975. La segunda explicación a esta frase se halla en el proceso de subordinación del poder militar al poder civil. Esta hipótesis es más arriesgada pues no se trata de un fenómeno uniforme que se produzca en un determinado momento, sino más bien de un acto recurrente y de lento avance, pues aún hoy en día observamos dictaduras militares en las que el poder civil se halla totalmente subordinado. Sin embargo, sí que es cierto que se observa una cierta tendencia, especialmente después de las dos guerras mundiales. Con figuras como Roosevelt, Stalin o el mismísimo Hitler (durante la Segunda Guerra Mundial) teniendo voz y voto en los asuntos militares con el fin de arrojar esa dimensión política de la que hablábamos antes. Tal vez el ejemplo más flagrante de este hecho se halle en la batalla de Stalingrado, en la que las decisiones de poder civil (Hitler) se impusieron sobre las del mando militar por motivos ideológicos, resultando en el mayor desastre de la Alemania Nazi durante el conflicto. Esta hipótesis también gana fuerza en la última mitad del siglo pasado con el desarrollo de las armas nucleares, artefactos de tal magnitud que no se confieren sólo a las órdenes de los mandos militares, pues en la mayoría de países son los presidentes los que tienen los tan famosos códigos nucleares. Como ejemplo breve de este hecho encontramos la tentativa del general estadounidense Douglas Macarthur de usar armas nucleares en la Guerra de Corea, completamente rechazada por el presidente Harry S. Truman. Aún siendo una hipótesis arriesgada, es posible que Clausewitz adivinara este proceso muchos años antes. Con estas dos hipótesis espero haber clarificado (de manera escueta) el significado de esta frase, que se ha convertido en uno de los pivotes centrales de todo el estudio sobre la historia militar y con una gran repercusión hasta nuestros días. Un Saludo y espero que hayáis aprendido algo nuevo. Redactado por Pablo José Perez Cañavate.
La trata de seres humanos es uno de los negocios más lucrativos en el mundo, moviendo cerca de 32 000 millones de dólares, posicionándose al nivel del tráfico de armas y droga. La primera palabra que se asocia a trata de seres humanos es prostitución y nos vienen a la cabeza imágenes de prostíbulos y de mujeres de orígenes distintos a los nuestros, pero hoy desmontaremos estos bulos xenófobos y racistas, demostrando que la trata de seres humanos no se encuentran tan lejos de nuestro entorno, debido al carácter capitalista y global de ella. Este artículo tratará de demostrar la influencia que tiene el capitalismo en el desarrollo de la trata de seres humanos a través de cuatro principales puntos. 1.Globalización como desarrollo de la explotación de la trata La historia del ser humano siempre ha estado caracterizada por la movilidad en busca de nuevas y mejores oportunidades. Ahora más que nunca en un mundo global, la facilidad que supone la movilidad geográfica, incrementa los flujos migratorios y por ende la trata de seres humanos también. La respuesta a este fenómeno por parte de los países del norte ha sido bastante hipócrita, promulgando una libertad de movimiento mientras se militarizaba los aeropuertos y las fronteras aumentando también las trabas burocráticas. Dentro de esta relación hipócrita hay que destacar el papel jugado por instituciones internacionales como el FMI o el BM (con un único presidente en su historia cuya nacionalidad no fuese norteamericana), que obligan a los países a acometer acciones de liberalización del comercio y de privatización de sus industrias, a cambio de poder recibir un rescate, que difícilmente podrán pagar al haber privatizado sus industrias a las multinacionales occidentales”. Es esta relación paternalista norte-sur, la que condena a países a continuar en la pobreza, ya que los países desarrollados aprovechan su superioridad para continuar con los expolios de materias primas y de explotación de mano de obra barata. Esto hace a la población de los países “subdesarrollados” más vulnerable frente a la explotación de trata, debido a la desesperación por mejorar su situación y a las escasas medidas tomadas por los gobiernos para combatir la trata de seres humanos. Según un estudio de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito las zonas geográficas con mayor número de víctimas de trata por regiones demostradas en el mundo son Asia Oriental y África Subsahariana, con más de un 1,5 millones de víctimas, siendo estás las zonas con más riesgo de pobreza del mundo, concretamente África Subsahariana. Esto nos enseña como la nacionalidad es un factor determinante en la exposición a ser víctima de trata de seres humanos. En segundo lugar y acorde al concepto de la globalización, destacar el nacimiento de nuevos focos de trata y de tráfico de seres humanos. Actualmente la turbulenta situación geopolítica en América Latina, ha visto como su población se ha visto inmersa en procesos de tráfico y trata de seres humanos. La trata de seres humanos se ha cebado principalmente con la población femenina (un 82% de las víctimas de trata son mujeres), que son utilizadas principalmente con fines principalmente como la prostitución. Según un estudio de la ONU, publicado en ElDiario, las menores víctimas de trata en América Central y Caribe, representan el 66% del total, lo que demuestra que en un mundo globalizado, la población explotada puede variar su región por una crisis económica o una guerra. Otro ejemplo es Tailandia, que basó gran parte de su desarrollo económico en el turismo sexual, explotando conscientemente a parte de su población. 2.Dificultad de organización jurídico-política Hace poco pudimos observar, con la facilidad que la administración Trump, se retiró del acuerdo de París, pese a producir en 2014 16,49 toneladas métricas. Este ejemplo denota la facilidad con la que un estado puede retirarse de los principales acuerdos sin ninguna repercusión por ese acto. En un tablero mundial dónde la cooperación internacional se reduce con la llegada de líderes en contra de las organizaciones internacionales al poder (Boris Johnson, Donald Trump o Jair Bolsonaro), se demuestra la limitación que tiene el Derecho Internacional y los organismos internacionales a la hora de obligar a un país a firmar o ratificar un tratado internacional. Pese a los esfuerzos en acabar con la trata de seres humanos hay muchas naciones que se aprovechan de su población, para explotarla y reducir costes de producción (China, India, Bangladesh…) o cuyos ingresos se basan principalmente en actividades relacionadas en la trata de seres humanos (la OIM, fija en 120 millones de viajes turísticos internacionales los relacionados con turismo sexual). En segundo lugar, destacar las dificultades que tiene el concepto estado-nación para responder a amenazas internacionales. Como hemos explicado anteriormente, el concepto de trata de seres humanos ha sufrido un efecto globalizador, por lo que las respuestas deben ser globales. La limitación de este concepto a la hora de actuar globalmente, dificulta la repuesta frente a la trata de seres humanos que desgraciadamente va a mayor velocidad. En la gestión de la crisis del Covid-19, hemos visto como en una institución consolidada como la Unión Europea, los conflictos para establecer una respuesta común al virus, debido a los intereses de los estados, refleja como este concepto puede dificultar la repuesta a problemas globales (trata de seres humanos). 3.Perspectiva patriarcal de la trata En el gráfico 1 y 2 se aprecia gráficamente como las mujeres son más susceptibles de ser tratadas debido únicamente a una concepción de género. En primer lugar, que el 72% de las víctimas de trata son pertenecientes al género femenino. La cultura patriarcal, juega un papel perfecto en la trata, concretamente en la prostitución como agente sumiso y pasivo en las relaciones sexuales. Cabe destacar el papel de vulnerabilidad que juega la mujer sobre todo relativo a su papel precario en el mercado laboral, debido a la necesidad que tiene de aceptar trabajos peormente remunerados que les permita cumplir con el rol patriarcal dentro de la familia, aumentándose de esta manera su desprotección laboral y social, y la mayor probabilidad de caer presas en el mercado de la trata de seres humanos. Según un gráfico de Statista, las mujeres trabajan más en todo del mundo, trabajando 0,5 horas más al día en países desarrollados y 1,2 horas diarias más en Europa del Este. Respecto al segundo gráfico y que se relaciona con el consumo de pornografía por género en 2015, se aprecia como en la mayoría de países se dobla el consumo de pornografía por parte de los varones. Esto refleja la necesidad de la construcción de una masculinidad activa y dominante, que se refuerza con las actitudes patriarcales del porno, y que posteriormente tratarán de repetir en sus relaciones personales. El feminismo y la actitud de las mujeres feministas en las relaciones personales, explica el rechazo de estas prácticas por parte de la mayoría de mujeres, siendo la única alternativa de estos hombres patriarcales la prostitución, al poder realizar sus fantasías y comportamientos patriarcales, ya que, quién paga manda. En esta problemática, los estados han tratado de criminalizar a las mafias y a las víctimas, mientras que el feminismo ha puesto en el debate, la relación que tiene la existencia de clientes con la existencia de la prostitución, popularizándose la frase, “la prostitución existe porque hay quien la consume”. 4.Explotación laboral: la esclavitud del siglo XXI En este punto se explicará finalmente el último aspecto, el cual el capitalismo influye en la trata de seres humanos. La esclavitud ha sido un concepto muy antiguo sobre el que se han forjado grandes imperios como el egipcio, español o romano, y el capitalismo no iba a ser menos. Según un estudio de la OIT, 21 millones de personas son víctimas de trabajos forzosos, representando 3 de cada 1000 personas a nivel mundial.[14]El proceso global que explica el esclavismo del capitalismo es la deslocalización unida con el neocolonialismo. Con un ejemplo de cada caso se refleja la importancia que tiene tener mano de obra gratis, para poder continuar con el sistema capitalista. La deslocalización, es un proceso cuyo auge aumenta con la independencia de las colonias y posteriormente de la caída del telón de acero, y permitió a las empresas mover las industrias a lugares con un menor costo de mano de obra y de materiales. Hace siete años, en Bangladesh, se derrumba una de los principales centros textiles (Rana Plaza), muriendo 1134 muertes y 2000 heridos. Este derrumbe no sería noticia si no fuese porque en esa fábrica producían empresas como Inditex, Primark, Mango, Carrefour o Aldi entre otras empresas. Los principales beneficiados de este proceso han sido países como India y China, que aprovechando su industria y su numerosa población han posibilitado que grandes multinacionales trasladen sus fábricas a sus países. La forma en la que estos países mantienen salarios tan bajos sin aparentes disturbios sociales es a través de la coerción, siendo calificados India y China por Amnistía Internacional “impunes frente a los abusos de derechos humanos” o “enormes retrocesos para los derechos humanos del país”. Como se ha explicado anteriormente la globalización capitalista ha acelerado este proceso de explotación a través de la deslocalización, permitiendo a las empresas explotar a personas con el objetivo de aumentar sus beneficios. Según un estudio de la OIT, el trabajo forzoso mueve 150 mil millones de dólares anuales, siendo en Asia y el Pacífico la cifra de 51,8 mil millones. El segundo concepto relacionado con la explotación laboral es el neocolonialismo. Es un concepto derivado de la independencia de una gran cantidad de territorio de los principales países colonizadores (Inglaterra, Francia, Bélgica…). Estos países para continuar controlando las materias primas de diversos territorios (África, América Latina o Asia), financian golpes de estado, insurrecciones o dictaduras con el fin de no perder su hegemonía en el mundo. Sonado es la Segunda Guerra del Congo, donde murieron cerca de 3,8 millones de personas, el conflicto más mortífero desde la II Guerra Mundial con el objetivo de sembrar la inestabilidad en un territorio que tiene un mineral fundamental para el desarrollo de cualquier tipo de tecnología, el coltán. Este proceso se repite en toda África sobre todo, aunque en Asia también es predominante. Según un estudio de la OIT, 660 000 personas son sometidas a trabajos forzosos en África subsahariana, de los que el 26,4% son niños y niñas de entre 5-14 años, siendo este porcentaje de 18,8% en Asia y Pacífico. Países como Guinea Ecuatorial o Camerún destacan por el número de personas tratadas en el ámbito laboral, y por ser regímenes dictatoriales avalados y apoyados por la Comunidad Internacional. Redactado por Rubén Márquez.
Esta será la última noche de mi vida, por lo que expresaré toda la verdad sin disfraz alguno. Afamados jueces cavan mi tumba mientras escribo estas líneas. —Arrepiéntete. Confiesa- me aconsejó el guardia que me traía la que debía ser, si la providencia no lo remedia, mi última cena junto con este pedazo de papel. fiambre y algo de pan dulce. Habré de consolarme pensando que por lo menos tampoco necesitaré tener muchas fuerzas para cuando los guardias me arrastren ante la Revolución. Dicen que se me imputa numerosos crímenes, entre los cuales, los más divertidos son: la falta de talento y gusto, la ignorancia supina para la crítica social y la falta de complejidad para entender las metáforas visuales. Todo parecería la más obscena de la nimiedades, pero bajo la luna que veo a través de los barrotes de mi sucia habitación, hace ya algún tiempo la Revolución, que decía iba a liberarnos del mal gusto clasicista, del complejo barroco figurativo y demás elementos diseñados para la opresión de los hombres y aún más grave, de las mujeres, llegó con toda su fuerza. Y cuando vieron como bostezaba ante la obra de Wilfredo Prieto al no comprender el viaje vital del artista que le llevé a elaborar una maestría, según dicen, su “Vaso de agua medio lleno” , no tuvieron, o eso aseguran, otro remedio encerrarme. Pues, al fin y al cabo mi ignorancia parece suponer un peligro hacia alguien más que para mí mismo. Así, fui declarado culpable, en un proceso justo, y esto debo reconocerlo. Primero, me expusieron una recreación de “Comedian” de Cattelan y al ver mi reacción de indiferencia ante el plátano, más bien pasado, y aún más grave ante el celofán que lo sostenía, no tuvieron dudas. No obstante, me ofrecieron la oportunidad de salvarme si reconocía al inventor de los círculos de colores como tal, pero, mi obstinada cabezonería me volvió a jugar una mala pasada, y no se me ocurrió otra cosa que decir, cuál grito de libertad, que los puntos de colores los había inventado mi prima andaluza cuando se emborrachó en la Feria. Por lo que también se imputaron los delitos de tradicionalista, de alabar el comportamiento obsceno y además de blasfemar a un dios de los artistas. Tal y como están las cosas, parece que no voy a tener demasiadas oportunidades por lo que haré caso a ese un guardia y escribiré mi confesión. Por la presente y en la totalidad de las facultades que aún se me puedan atribuir, afirmo: Mi absoluta incapacidad para comprender la composición de Malévich y de tantos otros que vinieron después. No por ignorancia absoluta, como se ha dicho, pues mi intelecto puede comprender las intrincadas composiciones del Greco y deleitarse con el baile de sus figuras alargadas en las tres o cuatro estructuras que vertebran su obra, absolutamente incapaz de comprender qué tienen de valor los aleatorios trazos de óleo blanco que se ven a lo largo y ancho de la tela para terminar sin mostrar nada, o quizás, y en esto dicen que radica la clave de la obra reproduciendo un argumento basado en un juego lingüístico propia de las primeras paradojas que enseñan en primaria, el todo. Mi falta de gusto por un puñado de caramelos de lanzados en el suelo y valorados por su peso en oro. Dicen, los que me acusan, de que eso se debe, a que mi niño interior carece de la sensibilidad infantil por el deleite necesario para comprender la obra. Yo bramó contra el cielo de que eso no es una composición artística es tan solo un puñado de caramelos y como tal deberían ser valorado. El mayor sacrilegio al sudor y al esfuerzo honesto que parecido, ha sido ver cómo mis delatores se deleitaban en metáforas marxistas ante una grotesca pieza, que decía vender, a precio de diamante valga añadir, una crítica al sistema de clases. ¿Cómo lo hacía? se preguntarán, tirando cascos de obra sobre un tapete negro debajo de algunos focos, lo que no entiendo es si tienen demasiado gusto a la pureza o les da fobia el polvo, porque esos cascos estaban demasiado limpios como para ver si lo utilizaron verdaderamente por obreros. Ví a esa red social proferir elevadas críticas a su propio modo de vida, en una hipócrita escena, al tiempo que marginan y vejan a todos aquellos que osamos suspirar tal desvarío. Que decir de los où je trouve o la representación de otros estos objetos expuestos torpemente para no decir nada, que obligan a esa corte que hoy me apresa inventar fantásticas historias de la conexión personal que sienten con aquel palo de escoba con el que se les azotaba sus niñeras, o sobre por la inspiración que sobrevino para el artista empotrar una silla contra una pared y como eso habla de la ira, del tesón y del todo. Por no hablar, de los cuadros de crítica política. Polémicas vacías, poco sutiles y escasamente trabajadas contra dictadores o presidentes diseñadas milimétricamente para captar la atención de los periódicos y promover los murmullos durante escasos segundos antes de perderse para siempre en la neblina del olvido. Todo esto me supera. Me hiela los huesos, lo reconozco. Por consiguiente me declaro culpable de todos mis crímenes, incluso de los que nunca me fueron imputados pero que se deducen de estas líneas pues, prefiero ser culpable y libre que seguir los gustos de estos lores como siervo. Algún día la razón llegará. Los artistas se desharán de los complejos y de sus inefables críticas, y simplemente crearán arte. Ese día, incluso los miembros simples y sencillos de la sociedad comprenderemos el engaño al que nos tenían sometidos. Despertaremos del letargo y cuando otros afamados galeristas y críticos defiendan las obras estúpidas en las que han tenido la mala idea de invertir con las sepulcrales frase de: “tú no comprendes”, “no estás lo suficientemente preparado para entender esta pieza” tendremos el coraje de señalarles como vendehumos y decir sin temor a repulsa que el emperador siempre iba desnudo. Un condenado libre. Redactado por Sergio Pedroviejo.
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